2 Timoteo 3:16
Vivimos en tiempos difíciles, donde el engaño está a la vuelta de la esquina, y muchos de nosotros, seguidores de Jesús, hemos sido tentados a buscar «verdades» fuera de la Palabra de Dios. Es importante recordar que todo lo que necesitamos para nuestra salvación y crecimiento espiritual está en Jesucristo, en la Biblia, Él es la Palabra de Dios hecha hombre.
La Biblia nos advierte sobre los peligros de desviarnos de la verdad.
«Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ya no andéis así como andan también los gentiles, en la vanidad de su mente, obscurecidos en su entendimiento, excluidos de la vida de Dios por causa de la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón.»
Efesios 4:17-18
Cuando nos apartamos de la Palabra de Dios, permitimos que la vanidad de la mente y la dureza del corazón nos lleven al error. El enemigo, el padre de la mentira, se aprovecha de nosotros cuando le abrimos la puerta.
«Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.»
Juan 8:44
El apóstol Pedro también nos advierte sobre el peligro constante que representa el diablo, comparándolo con un león rugiente que busca a quién devorar:
«Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quién devorar.»
1 Pedro 5:8
Debemos estar alertas y sobrios, fortalecidos en la fe que tenemos solamente en Cristo Jesús. Es en Él y solo en Él que encontramos todo lo que necesitamos.
Jesús mismo nos lo dijo:
«Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.»
Juan 14-6
No necesitamos buscar fuera de la Biblia para encontrar la verdad. Incluyendo libros apócrifos o algunos que están «de moda» como el Libro de Enoc. Son los otros libros los que debemos poner a la Luz de la Palabra de Dios, y no al revés.
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia
2 Timoteo 3:16
Para aquellos que han sido engañados por falsas enseñanzas, les digo con amor y compasión: vuelvan a la Palabra de Dios. Examinen las Escrituras con un corazón abierto y humilde, y permitan que el Espíritu Santo les guíe de nuevo al camino de la verdad. Dios sigue sentado en su trono, El Todopoderoso reina sobra la redondez de la tierra. Basta de dejar abierta la puerta al diablo, al engaño; el cual no solamente llegará a ti, sino se permeará a tus hijos y nietos.
Dios nos anima que busquemos la sabiduría en Él,
«Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.»
Santiago 1:5
Nuestro Señor Jesús es suficiente. En Él encontramos la plenitud de la vida y la verdad que nos libera. No permitamos que el enemigo nos engañe y nos desvíe del único camino que lleva a la vida eterna. Y recordemos este pasaje tan importante:
Porque el Señor es excelso, y atiende al humilde, pero al altivo conoce de lejos.
Salmo 138:6
Que horrible debe de ser que una vez que hemos conocido a Dios y Su Favor, porque está atento a nuestras oraciones, y nos lleva en el hueco de su mano, ahora, por decisión propia, de alejarnos de Él, ser soberbios e incapaces de reconocer nuestros errores, ahora nos vea de lejos.
Hoy te invito a que restaures ese primer amor con Cristo, y que puedas llegar a la conclusión de que solo Él basta y que todo lo demás son simples añadiduras porque a Él le place darnos.
Por tu Encuentro con Jesús,
-Ani Garza T