Por Ana Maria GT
Febrero 2, 2011
En donde dice Dios que debemos ser felices primero nosotros antes de buscar el bienestar de otros? En donde dice que Dios nos creo para que seamos felices? Es triste escuchar a personas creerse esta mentira. Esto destruirá la relación que tenemos con los demás, principalmente en nuestras familias. El buscar ser felices antes que los demás, simplemente demuestra que aún somos egoístas e inmaduros. Por supuesto que Dios quiere que vivamos esta vida en abundancia, por eso envió a Jesús, pero es El quien nos quiere dar esa vida, y no que nosotros la busquemos a nuestra manera. El gozo, que es mas que la felicidad, proviene de tener una relación personal con Dios, a traves de Jesucristo, y estar en paz con Él. En su presencia es en donde hay plenitud de gozo, que nada tiene que ver con la “felicidad” momentanea que viene a nosotros cuando suplimos o alguien mas suple nuestros caprichos.
Cuando conocemos a Jesucristo, nos damos cuenta que es El quien debe tomar el trono de nuestro corazón. Que somos nosotros los que giramos alrededor de Él, El siendo el centro; y dejamos de creer que todo debe girar alrededor nuestro como lo enseñan las filosofías humanistas que promueven que busquemos primero nuestra felicidad. No es buscar hacernos felices a nosotros mismos lo que nos dará el verdadero gozo; sino hacer la voluntad de Dios lo que verdaderamente nos dará esa vida abundante, y el favor que proviene de Él por ser hijos obedientes. No es quitando lo que nos estorba en nuestra vida lo que nos hará felices, sino comprender el propósito que Dios tiene para dejarnos ese estorbo que nos permitirá madurar y fortalecernos en Él, cualquiera que sea la situación. Su gracia debe bastarnos, debe ser mas que suficiente para que podamos cumplir su propósito.
El gozo, mucho mas que la felicidad momentanea, proviene del Espíritu Santo, es algo que se produce en nosotros cuando tenemos una relación con Jesucristo, La Vid verdadera. Es cuando permanecemos en El, en el tronco, nosotros siendo las ramas, que podremos producir el fruto de amor, gozo y paz en nuestra vida. No es algo que se busca y se encuentra en un curso de moda o poniendo la mente en blanco. Es perseverando en Él, transformándonos por la renovación de nuestra mente por Su Palabra, lo que producirá dentro de nosotros lo que estamos buscando fuera. El gozo será una consecuencia de mantener una vida en Cristo.
Jesús nunca nos enseñó que busquemos primero nuestra propia felicidad para poder hacer felices a otros; mas bien nos dejó una regla, la regla de oro:
Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas. Mateo 7:12
Si realmente aplicaramos esta regla cada día, nuestra vida y la de quienes nos rodean sería otra. Si verdaderamente trataramos a otros como quisiéramos ser tratados; no hablaríamos de la forma que a veces les hablamos a los demás, ofendiendo y agrediendo. Perdonaríamos mas fácil, seríamos misericordiosos, más amables y pacientes, seríamos más serviciales. Si lo que queremos es ser felices, busquemos hacer felices a los demás y veamos como Dios obra en nuestras vidas al ser hacedores de su Palabra, y no solamente oidores engañándonos a nosotros mismos.
Dios quiere que vivamos una vida en abundancia, que estemos gozosos, pero es en El, a su manera y no a la nuestra lo que verdaderamente nos permitirá disfrutar y gozarnos en todo lo maravilloso que El tiene para nosotros, sus hijos.
una nota muy interesante para aquellos que desconocen la felicidad verdadera .la felicidad no esta en poseer cosas o ser alquien ,esta en tener para dar a los demas,es en ver a las personas sanas y felices.