Hace varios días, que esta frase de: «Libre albedrío» ha estado invadiendo mi mente. Sobre todo, cuando pongo en oración a una persona que deseo con todo mi corazón, que sea bendecida y que los planes de Dios se cumplan en su vida.
Dios nos creo con libre albedrío, y eso quiere decir que nos permite elegir la forma en que queremos vivir. No hay nada ni nadie que nos obligue a hacer lo que no queremos hacer. Es nuestra propia voluntad o falta de ella lo que hará que tomemos decisiones. Cada decisión que hagamos, traerá consecuencias a nuestra vida y a la de nuestra familia.
Voy a hacer este mensaje corto, pero contundente. Dios en su Palabra, en el libro de Deuteronomio Capítulos 28 y 30, nos dice muy claramente lo que traerá bendición o maldición a nuestra vida, según decidamos. Y aún así, nos permite escoger el Camino a seguir.
Mira, yo he puesto delante de ti la vida y el bien; la muerte y el mal; pues te ordeno hoy amar al Señor tu Dios, andar en sus mandamientos, sus estatutos y sus juicios, para que vivas y te multipliques, a fin de que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, yo os declaro hoy que ciertamente perecereis.
Deutoronomio 30:15-18
Aquí podemos ver, como El Señor presenta delante de nosotros dos caminos; no hay más. Y nos da una orden para que al obedecerla, Dios nos bendiga! ¿Sabes lo que significa que Dios nos bendiga?
Nada hay mejor en la vida, que tener la bendición de Dios y Su Favor. Solamente hay que tomar la decisión de seguirlo y de amarlo…, pero podemos amarlo, porque Él nos amó primero.
No hay un amor más grande, que el que da la vida por los demás; y Cristo la dio por nosotros, aún cuando no lo merecíamos.
….Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que vivas, tu y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz y allegandote a Él.
Deuteronomio 30:19-20
Escoge la Vida, escoge a Jesús. La Verdadera libertad no esta en hacer lo que uno quiere, sino en seguir lo que Dios dice, y eso traerá bendición, gozo y paz a tu vida.
El, ES el que nos hace libres, libres de cualquier atadura de pecado, adicción, resentimientos y amargura. “Al que el HIJO libertare, ESE será verdaderamente libre”. Solamente Cristo, Su Palabra, puede hacernos libres del pecado que nos ata, y nos impide vivir la vida en abundancia que Jesús ha venido a darnos.
Muchas veces decimos que: Dios tiene el control de todo, y así es, nada sucede si Él no lo permite. Pero, tenemos que entender que son nuestras malas decisiones, las que nos llevan a vivir bajo maldición, en vez de la bendición que Dios quiere darnos. Lee en tu Biblia, el capítulo 28 de Deuteronomio y ahí podrás comprender mejor, las bendiciones que Dios tiene para los que deciden obedecerlo.
Algunos dicen que el vivir a «su manera» y equivocarse, traerá la experiencia necesaria para madurar. La realidad es que podemos pasar toda la vida teniendo experiencias por malas decisiones y seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez; cada vez hundiéndonos más y más.
Lo único, que traerá verdadera madurez espiritual en nuestra vida, es el decidir SEGUIR a Cristo, Su Palabra; y decidir andar por obediencia y no por sentimientos.
El ser libre, no significa vivir y tomar las decisiones que me producen “placer” o “felicidad” momentánea; sino vivir en la Libertad que Dios nos da al seguir Su Palabra.
El verdadero gozo, viene al estar en la presencia de Dios y obedecer sus mandamientos con la ayuda del Espíritu Santo, que Dios hace morar en nosotros cuando recibimos a Cristo. Dios nos pone límites y nos da mandamientos, para que al cumplirlos, podamos Caminar en libertad y bendición.
Dios quiere bendecir nuestra vida, nuestro matrimonio, hijos, familia, salud…, quiere multiplicar nuestros talentos, ponernos a la cabeza y no a la cola, quiere darnos casas que no construimos, viñas que no plantamos, pozos que no cavamos, y sabiduría para tomar las mejores decisiones mientras andamos como peregrinos en este mundo.
Él pone delante de nosotros dos caminos: A SU Manera, o a nuestra manera.
Solamente dependerá de nosotros que hacer con nuestro libre albedrío. ¿Escogeremos el bien y la Vida, el Caminar con Él: siendo ovejas de su rebaño, escuchando su voz y siguiéndolo; o decidiremos seguir siendo cabritos, queriendo andar a nuestra manera, según nuestro propio criterio de bien y de mal?
Escoge, pues, la Vida, para que vivas, tu y tu descendencia, amando al Señor tu Dios!
Jesus dijo: “Si me amais, guardareis mis mandamientos”.
Te conviene!!! Bendiciones para ti y tu familia.
Dios te bendiga!
-Ani Garza T
Esta muy buena la enseñanza