El motivo de la Navidad es celebrar y recordar que Dios nos ama tanto, que nos dió a su Hijo Jesucristo para que todos los que creamos en Él no nos perdamos, sino que podamos heredar la vida eterna.
El mejor regalo que podemos recibir hoy, es el don del arrepentimiento y el perdón de nuestros pecados para obtener la Salvación. Es un regalo inmerecido que Dios nos da al permitir que su Hijo Jesús naciera como un bebe indefenso y humilde, viviera como un hombre, y muriera en la cruz como un cordero llevado al matadero, tomando el lugar que nosotros merecíamos (por nuestro pecado); cumpliendo las Escrituras y el Plan de Salvación que Dios tenía preparado desde el principio para nosotros.
Pero Jesús no se quedó ni en el pesebre, ni en la cruz, ni en la tumba… Él resucitó al tercer día y esta vivo sentado a la diestra del Padre intercediendo por nosotros.
Hoy celebramos con gran gozo este acontecimiento, y que al disfrutar este tiempo con nuestra familia y seres queridos podamos recordar que entre tantos regalos, Jesucristo es nuestro mejor regalo; entre tantos foquitos, Jesucristo es la Luz del mundo; entre tanta comida, Él es el Pan de Vida; y que entre tantos invitados, reconozcamos que Él es el invitado principal y la razón de la celebración.
¡Feliz Navidad!