1 Bendice, oh alma mía, al SEÑOR. Bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, oh alma mía, al SEÑOR
y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él es quien perdona todas
tus iniquidades,
el que sana todas tus dolencias,
4 el que rescata del hoyo tu vida,
el que te corona de favores
y de misericordia,
Salmo 103:1-4
El Señor es Quien rescata del hoyo tu vida.
No es un psicólogo, psiquiatra, pastilla, viaje o amigo el que rescatará del hoyo tu vida. Si has caído en un pozo por malas decisiones, y estás angustiado, Él único que te puede sacar de ahí, es El Señor.
Quizá estés sacándole la vuelta a Dios porque crees que no mereces acercarte a Él; pero permíteme decirte que es al revés, es cuando nos sentimos en el hoyo de la depresión, angustia, estres o amargura, cuando más debemos correr al Señor para que nos ayude a salir de ahí.
El es Dios, quién nos creo, nos conoce perfectamente, y tiene todo el poder para ayudarnos. No hay nadie que nos entienda como Él.
Podemos entender el gran amor de Cristo, que murió en la cruz, por nosotros. Precisamente cuando no lo merecíamos, cuando andábamos perdidos en nuestros pecados, apartados de Él y en desobediencia. El decidió tomar nuestro lugar en la cruz, para darnos una nueva oportunidad, una nueva vida.
La Biblia dice que:
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él emana la vida.
Proverbios 4:23
¿Hemos guardado nuestro corazón? ¿o, le hemos dado rienda suelta y ahora se ha llenado de resentimiento que se ha convertido en amargura?
Miren bien que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brote y cause estorbo, y que por ella muchos sean contaminados.
Hebreos 12:15
¿Has permitido que el enojo pase de un día a otro?
26 Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo 27 ni den lugar al diablo.
Efesios 4:26-27
Si por nuestro enojo mal manejado, le hemos dado lugar al diablo, no nos sorprendamos que ahora él desee venir a matar nuestra relación con Dios; robar nuestros sueños, paz y gozo; y destruir nuestra vida y familia.
¿Le tememos al diablo? Por supuesto que no!
Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.
1 Juan 4:4
¿Podemos hacer esta Palabra nuestra? ¿Somos de Dios?
26 Así que, todos son hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús.
Gálatas 3:26
Es por medio de recibir y creer en Jesús que pasamos a hacer adoptados hijos de Dios.
5 En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad.
Efesios 1:5
Si nos arrepentimos de nuestra maldad, de lo que hemos guardado en nuestro corazón, de la incredulidad e independencia de Dios, e invitamos a Jesús a ser el Salvador y Señor de nuestra vida entonces:
Podremos declarar con toda confianza que, Mayor es Él que está en nosotros, Cristo, que «ese» que quiere venir a matar, robar y destruir.
Decide invitar a Jesús a tu corazón a tu vida, y Él promete enviar al Espíritu Santo para que te llene y te de una nueva vida. Empezarás a llenarte de SU Espíritu, y todos los espíritus contrarios a Él, los espíritus inmundos de depresión, estres y amargura, saldrán de tu vida; y serás libre y libre para siempre. Libre para gozar de todo lo bueno que Dios te ha dado.
Hoy es el día de liberación y salvación. Pídele a Dios que te ayude a reconocer lo que has hecho mal, tu incredulidad e independencia de Él, confiésale tu pecado al Señor y Él te perdonara.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9
No es necesario que las personas se enteren, esto es solamente entre tu y Dios; solamente sacalo de tu vida. Si acaso lo consideras necesario…, también lo puedes platicar con alguien que conozca al Señor, y así desahogarte y que también puedan orar juntos para que seas liberado y sanado.
16 Por tanto, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros de manera que sean sanados.
Santiago 5:16
Deja atrás tu pecado, arrepiéntete y recibe el perdón que Dios te ofrece. A un corazón arrepentido y humillado, El Señor no desprecia jamás. Serás perdonado y limpiado.
9 Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9
muy buena enseñanza que me es de mucha bendicion ¡¡¡ DIOS los bendiga grandemente