El Pecado que No Tiene Perdón

 
 
   

Lucas 11:13

El Pecado que No Tiene Perdón: La Blasfemia Contra el Espíritu Santo

Al estudiar la Biblia, encontramos el consuelo de saber que Dios es misericordioso y está dispuesto a perdonar nuestros pecados cuando nos arrepentimos sinceramente. Sin embargo, Jesús nos advirtió sobre un pecado que no tiene perdón: la blasfemia contra el Espíritu Santo.

¿Qué dijo Jesús sobre este pecado?

«Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará, ni en este siglo ni en el venidero.»
Mateo 12:31-32

Esta declaración la hizo en respuesta a los fariseos, quienes al ver los milagros de Jesús, en lugar de reconocer que venían de Dios, dijeron que Jesús expulsaba demonios por el poder de Beelzebú (Satanás). En otras palabras, atribuyeron la obra del Espíritu Santo al diablo.

¿Qué significa blasfemar contra el Espíritu Santo?

La blasfemia contra el Espíritu Santo no es simplemente decir algo ofensivo contra Dios o tener un momento de duda, sino una actitud persistente de rechazar la verdad de Dios. Se manifiesta en quienes, a pesar de tener evidencia clara de la obra de Dios, deciden endurecer su corazón y atribuirle al mal lo que es bueno.

Este pecado es muy grave porque cierra la puerta al arrepentimiento. Dios perdona a todos los que se arrepienten, pero quien blasfema contra el Espíritu Santo no lo hace porque su corazón ha sido endurecido de tal manera que ya no quiere reconocer su error. Y para justificar su pecado,  les es más fácil que es del diablo lo que bien saben que es de Dios.  También hay casos en donde a lo MALO , o al MALO, le llaman bueno… pero ese será un mensaje para otra ocasión.

Aunque leemos estas palabras de Jesús a los fariseos, quizá nos estemos preguntando: ¿Puede alguien cometer este pecado hoy?

Muchas personas han sentido temor de haber cometido este pecado sin darse cuenta. Sin embargo, el hecho de preocuparse por esto es una señal de que no lo has cometido, porque demuestra que el Espíritu Santo sigue obrando en tu vida.  Ya que es por medio del Espíritu Santo que puede discernir lo que está bien y lo que está mal.

Este pecado no se trata de un acto impulsivo o una palabra dicha sin pensar, sino de un rechazo continuo y obstinado a la gracia de Dios. Cuando una persona endurece su corazón de tal manera que se vuelve incapaz de arrepentirse, de decir que es del diablo lo que es de Dios porque es evidente, se coloca en una condición donde el perdón ya no es posible, no porque Dios no pueda perdonar, sino porque la persona ha decidido voluntariamente rechazarlo de manera definitiva.

Es por esto que es muy importante escuchar la voz del Espíritu Santo, quien Jesús nos dejó para guiarnos a toda la verdad de Su Palabra, contenida en la Biblia.

«es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros.» Juan 14:17

Aquí leemos como no es raro que el mundo, quienes no son seguidores de Jesús, que no han nacido de nuevo, no pueden recibirlo, porque aún no lo ven, y menos lo conocen. Quizá sepan que existe, pero no les interesa llegar a conocerlo y hasta lo rechazan.
El peligro de resistir al Espíritu Santo es que con el tiempo el corazón se endurece, al punto de no poder reconocer la verdad. Por eso es vital escuchar la voz de Dios cuando nos llama al arrepentimiento.

Para evitar cometer este pecado, del cuál nadie estamos exentos, es importante considerar estos 4 puntos:

1.- Reconocer la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas y en el mundo.
2.- No endurecer el corazón cuando Dios nos llama al arrepentimiento.
3.- Aceptar la verdad de la Palabra de Dios, incluso cuando desafía nuestros pensamientos.
4.- Pedir discernimiento para no confundir lo que es de Dios con el mal.

Dios quiere y nos puede ayudar, por eso envió al Espíritu Santo que es por quien podemos ser guiados a la Palabra de Dios  y además reconocerlo como nuestro Padre Celestial, y hasta decirla Abba Padre, sentir que es nuestro Papito lindo y querido. Es quien nos permite discernir el bien del mal.

Dios es amor y está dispuesto a perdonar cualquier pecado cuando hay un corazón sincero, arrepentido. Sin embargo, cuando alguien se cierra por completo a la obra del Espíritu Santo y persiste en rechazar la verdad de Dios, llega a un punto donde el arrepentimiento ya no es posible.
Dios es misericordioso para con  quienes se arrepienten, pero también la Biblia dice que cosa horrenda es caer en las manos del Dios vivo, para quienes deciden pecar deliberadamente una vez que han conocido a Quién derramo su sangre para librarnos del pecado.

Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad, pero tenemos que tener un corazón dispuesto y no permitir que se endurezca nuestro corazón.

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9

Hoy es el día para ponernos a cuentas con Dios, Él abrió un Camino al Trono de Su Gracia, el velo del templo se rasgó en dos cuando Cristo murió para pagar nuestro pecado y darnos acceso al Padre, hoy es el día de abrir nuestro corazón al Espíritu Santo, dejar que Él nos guíe y vivir en la verdad de Cristo.

«Si oís hoy Su voz, no endurezcáis vuestros corazones.»
Hebreos 3:15

¿Quieres tener acceso al Espíritu Santo? Pídeselo a Dios Padre.

Pues si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan?
Lucas 11:13

Por tu Encuentro con Jesús,
-Ani Garza T

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