El mensaje de Jeremías

 

 

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Por Ana Maria GT
Agosto 22, 2011

Isaias 64:8

A través de los años, Dios a hablado por medio de sus profetas. El sigue hablando hoy por medio de la Palabra que nos dejó escrita en la Biblia. Es importante que lo creamos, porque Dios esta cumpliendo y cumplirá cada Palabra que nos ha dejado escrita ahí. Al rechazar la Biblia, sin darnos cuenta, estamos rechazando a Dios mismo; y esto nada tiene que ver con alguna religión, sino con el Dios verdadero, el Creador de todo cuanto existe.

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Génesis 1:1

Es importante que el Dios de nuestra vida, sea el de la Biblia.

Hoy comprenderemos lo que Dios habló por medio del profeta Jeremías hace aproximadamente 600 años Antes de Cristo. El Dios del antiguo y del nuevo testamento es el mismo, El es el Señor, el YO SOY, el que ES y quién no cambia, Él es el alfa y el omega, el principio y el fin.

Jeremías 18:1-12
1Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, diciendo:
2Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
3Entonces descendí a casa del alfarero, y he aquí, estaba allí haciendo un trabajo sobre la rueda.
4Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla.

5Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
6¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?–declara el SEÑOR. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.
7En un momento yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir;

La casa de Israel, el Pueblo de Dios, ha sido considerado por El mismo, como un pueblo necio, que anda en su terco corazón, queriendo andar en su propio camino.
La Biblia dice, que ahora, nosotros los que hemos recibido a Cristo, también pasamos a ser Pueblo de Dios. Por lo que podemos también considerar la misma Palabra que El Señor habló por medio de Jeremías hace cientos de años.

Antes de que conociéramos a Cristo y que no eramos de su pueblo, andábamos en tinieblas, pero ahora por su misericordia, tenemos el privilegio de ser escogidos…

9 Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10 pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia.
1 Pedro 2:9-10

Hemos recibido misericordia para que también nosotros podamos extender la misericordia a otros y llevar las buenas noticias de Jesús.

Volviendo al mensaje de Jeremías.  Dios le estaba hablando de la posibilidad de destruir toda una nación si no se arrepentían de su pecado. Dios estaba diciendo que así como el alfarero puede destruir una vasija para hacerla de nuevo, Él podría también hacer lo mismo con su Pueblo.
Dios nos ama y quiere darnos una oportunidad, no la rechacemos. Dios quiere que comprendamos la importancia de dejar nuestro mal Camino para seguirlo a Él.
Dejemos de justificar las malas acciones que hacemos (porque todo el mundo lo hace);  si no nos arrepentimos, seremos destruidos; pero si nos volvemos hacia Dios, Él nos bendecirá.

8pero si esa nación contra la que he hablado se vuelve de su maldad, me arrepentiré del mal que pensaba traer sobre ella.
9Y de pronto puedo hablar acerca de una nación o de un reino, de edificar y de plantar;
10pero si hace lo malo ante mis ojos, no obedeciendo mi voz, entonces me arrepentiré del bien con que había prometido bendecirlo.

11Ahora pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: «Así dice el SEÑOR: ‘He aquí, estoy preparando una calamidad contra vosotros y tramando un plan contra vosotros. Volveos, pues, cada uno de su mal camino y enmendad vuestros caminos y vuestras obras.'»
12Mas ellos dirán: «Es en vano; porque vamos a seguir nuestros propios planes, y cada uno de nosotros obrará conforme a la terquedad de su malvado corazón.»

Dios mandó a Jeremías a casa del alfarero, y ahí, este profeta vió la forma en que el alfarero destruyó la vasija de barro, para volverla a hacer.
El Señor le dijo, que haría lo mismo con su Pueblo, si no se arrepentía de andar en su mal camino.  A Dios le desagrada cuando decidimos andar a nuestra manera, de seguir nuestro terco corazón en vez de seguirlo a Él. Cuando permitimos que la maldad contamine nuestro corazón por andar independientes de Él e incrédulos a su Palabra.

Dios es el alfarero, nosotros el barro, y El hará de nosotros una vasija que le pueda servir para extender su reino. ¿Eres ya una vasija que sirve al Señor?
Déjemos de ser una vasija inservible, permitamos que El Alfarero nos moldee, y así experimentaremos el propósito para el cual fuimos creados, que haga de nosotros una vasija para su honra.
Nada es mejor que conocer nuestro propósito y servirle nuestro Padre.

8 Mas ahora, oh Señor, tú eres nuestro Padre,
nosotros el barro, y tú nuestro alfarero;
obra de tus manos somos todos nosotros.
Isaias 64:8

Jesús quiere que caminemos con Él, y así, conforme nuestra relación con Él prospera; igual seremos prosperados en todo, y además, tendremos buena salud!

El mensaje que más nos gusta en la Biblia del libro de Jeremías, en Jeremias 33 3 :
3 “Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.”
Jeremias 33 3

Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud. 
3 Juan 1:2

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