Hay momentos en la vida en los que pasamos por grandes dificultades, y clamamos a Dios en busca de ayuda y consuelo. Es en esos momentos cuando sentimos Su presencia y Su misericordia, y vemos cómo Él nos abre puertas donde pensábamos que no había salida. Dios es fiel, y Su amor por nosotros es innegable. Nos dice Su Palabra:
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Jeremías 33:3
Él escucha y responde a quienes lo buscan de corazón.
Sin embargo, es importante entender que el amor de Dios también implica una llamada a la santidad. Dios aborrece el pecado, no porque quiera privarnos de algo, sino porque sabe que el pecado destruye nuestras vidas y nos aparta de Él. Aunque vivimos en un mundo que promueve ideas de amor y aceptación, debemos ser cuidadosos al aceptar filosofías que, aunque parezcan correctas, en realidad nos alejan de la verdad de la Palabra de Dios. La Biblia nos advierte:
“Hay camino que al hombre le parece recto, pero al final es camino de muerte” Proverbios 14:12
Una de las áreas más confusas en nuestros tiempos, es la aceptación de prácticas que contradicen claramente las enseñanzas de la Escritura. El apóstol Pablo, en su carta a los Corintios, es muy directo cuando dice:
“¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se engañen; ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales heredarán el reino de Dios”
1 Corintios 6:9-10
Este pasaje no está escrito para condenar, sino para recordarnos que el pecado, en todas sus formas, nos aleja de Dios.
El Señor, en Su infinita misericordia, nos llama a vivir una vida de acuerdo a Su verdad, no según las corrientes de pensamiento que el mundo ofrece. Jesús dijo:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”
Juan 14:6.
Solo en Cristo, la Palabra de Dios hecha carne (persona), encontramos la verdadera vida y libertad. Él no solo nos ama, sino que desea que vivamos en la plenitud de esa vida abundante que nos promete (Juan 10:10). Pero para experimentar esa vida, debemos rendirnos a Su verdad, dejando atrás aquello que nos aleja de Él.
Sé que vivimos en tiempos donde la palabra “amor” se ha distorsionado. Se nos enseña que aceptar a todos sin discernir, es la máxima expresión del amor. Se enseña que debemos ser tolerantes, aún a lo que está mal.
Pero el verdadero amor de Dios no significa aceptar el pecado, sino llevarnos a la transformación, a una vida nueva en Cristo. El amor de Dios es tan grande que no quiere que permanezcamos en caminos que nos llevan a la muerte espiritual. Él nos ama lo suficiente como para corregirnos, guiarnos y mostrarnos la verdad, aunque a veces esa verdad sea difícil de aceptar.
Si estás luchando con estas enseñanzas, quiero decirte que Dios no te rechaza. Él te ama profundamente y quiere que vivas en la plenitud de Su propósito para tu vida. Si te has sentido confundido o apartado por las ideas del mundo, recuerda que Dios está listo para guiarte de vuelta a Su verdad. Jesús mismo nos dijo que el Espíritu Santo nos guiaría a toda verdad (Juan 16:13), y esa verdad es la Palabra de Dios.
Busca a Dios de todo corazón, y Él se manifestará en tu vida. Él abre y cierra puertas, y Su deseo es que sigas el camino que te lleva a la vida eterna. No te dejes engañar por filosofías humanas que, aunque suenan bien, te apartan de la voluntad perfecta de Dios. Recuerda que Su amor no solo sana y restaura, sino que también corrige, y es en esa corrección donde encontramos la verdadera libertad.
Hoy es el día de buscar a Dios, al Único Dios Verdadero y dejar de creer en ese dios de nuestra imaginación, hecho a nuestra medida. Él es el Creador, y nos creo con un propósito, a su imagen y semejanza.
3 Sabed que Él, el Señor, es Dios;
Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
pueblo suyo somos y ovejas de su prado.
Salmo 100:3
Y si Él es quien nos creo, lo hizo para cumplir Su Propósito y no el nuestro. Es por eso que debemos leer el Testamento que nos dejo, no solo para recibir todas sus riquezas, sino también para comprender Su Propósito para nuestra vida.
Pueblo Suyo somos y ovejas de su Prado!
¿Crees que Dios no te escucha? ¿Crees que es dificil encontrarlo?
«Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón.»
Jeremías 29:13
Este versículo habla de la promesa de Dios de manifestarse a aquellos que lo buscan sinceramente, con todo su corazón. Hoy es el día de Salvación.
Por tu Encuentro con Jesús,
-Ani Garza T