Por Ani Garza T
Julio 12, 2014
Hace algunos días tuve la oportunidad de platicar con un adolescente, que me comentaba como después de diez años de estar escuchando de la Palabra de Dios, no había tenido la necesidad de recibir a Jesús en su corazón.
Y cómo ahora, después de haber tomado la decisión de aceptarlo en su vida, se siente en paz y con la plena seguridad de ir al cielo, a encontrarse con Él cara a cara cuando muera o cuando Jesús venga por Su Iglesia.
Entre todo lo que estuvimos platicando, me comentaba que uno de sus hermanos le decía que: aunque también había invitado a Jesús a su corazón, se sentía inquieto por no estar seguro de si Jesús había entrado, ya que no sentía “nada en especial”.
En ese momento, solamente le comenté que Dios le daría esa certeza en Su Tiempo.
Y hoy quiero compartir un mensaje que nos ayudará a comprender si realmente Jesús, en Su Espíritu Santo ha venido a morar en nosotros.
Muchos dicen creer en la Santísima Trinidad, Dios en tres personas: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; pero pocos conocen a la persona del Espíritu Santo y sus atributos o funciones.