Continuando con el mensaje anterior, hoy vamos a comprender, que aunque Dios es amor y es misericodioso, también es justo: y así como perdona a los que se arrepienten, también destruye a los que insisten en vivir en pecado.
En el mensaje de: fiel y justo, vimos como Nínive, aunque era una ciudad llena de pecado y Dios pensaba destruírla, finalmente no lo hace porque el pueblo se arrepiente de su maldad y abandonan sus malos caminos.
Muchos creen que porque Dios es AMOR, sería incapaz de destruir; pero Su Palabra comprueba lo contrario.
La siguiente historia la podemos leer en Génesis 19.