Juan 8:12
Cuando te encuentras con Cristo, la Luz del mundo, algo extraordinario sucede en tu vida. En ese encuentro, recibes Su Espíritu Santo, quien te guía a toda la Verdad de Su Palabra. Jesús mismo lo prometió:
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir»
Juan 16:13
Con Su guía, tu entendimiento comienza a abrirse, tu mente se renueva, y tu corazón es transformado.
Este proceso de renovación te lleva a tomar una decisión crucial: creer en la Biblia antes que en cualquier otro libro, incluso aquellos que puedas haber valorado antes, como el catecismo. La Palabra de Dios tiene autoridad suprema en la vida de todo creyente. Como está escrito:
Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia.
2 Timoteo 3:16
Al igual que Bartimeo, el ciego a quien Jesús sanó, dejas atrás el manto que antes te daba seguridad, aquello en lo que confiabas para protegerte o guiarte. Bartimeo, al escuchar que Jesús pasaba cerca, clamó con fe y, al ser sanado, «arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús» Marcos 10:50. Así también, dejas atrás las antiguas seguridades y tradiciones que contradicen la Palabra de Dios, para seguir a Cristo.
Empiezas a comprender que la vida cristiana no se trata de una religión más, sino de una relación personal con Dios a través de Su Hijo, Jesús. La Escritura nos recuerda:
«A Dios nadie le ha visto jamás; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer» Juan 1:18, LBLA
Es en Jesús que conocemos al Padre, y es en esa relación que encontramos nuestro verdadero propósito.
Dios nos llama a reconocer que Él es suficiente. Jesús mismo nos enseña: «Mas buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» Mateo 6:33.
Cuando priorizamos Su reino, cuando Jesús es nuestro Rey, todo lo demás cobra su justo lugar. Y nos damos cuenta como lo más importante es buscar al hacedor de milagros y no a los milagros, es buscar a quien todo lo que necesitamos, nos lo añade.
Te invito a que busques tener una relación personal con Dios. Esto se logra a través de la lectura y la meditación de Su Palabra. En ella encontrarás la dirección, la verdad, y la paz que tu alma anhela. Como dice el salmista: «Lámpara es a mis pies tu palabra y luz para mi camino» Salmos 119:105. Que esta lámpara te guíe hacia una relación viva y transformadora con Cristo.
Busca a Dios con todo tu corazón, y le encontrarás, como está escrito: «Y me buscaréis y me hallaréis, cuando me busquéis de todo vuestro corazón» Jeremías 29:13. Que hoy sea el día en que decidas encontrarte con Cristo, y permitas que Su Palabra transforme tu vida para siempre.
Este mensaje lo he escrito principalmente para recordarte que Dios te ama, que Él sigue ahí, esperando, tocando a la puerta de tu corazón. Tiene un plan para tu vida, para darte un futuro y una esperanza y que Él sigue teniendo el control de absolutamente todo, Él es soberano, y puedes confiar plenamente en Él.
«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,» declara el Señor. «Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.»
Isaías 55:8-9
Jesús les habló otra vez, diciendo: ‘Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12
Hoy es el día de dejar atrás las seguridades humanas y abrazar el camino de Cristo, quien te llevará a la vida abundante que solo Él puede dar. Busca a Jesús con todo tu corazón, y serás testigo del poder transformador de Su amor y Su verdad.
Por tu Encuentro con Jesús,
-Ani Garza T