Dios no me habla, es una frase que he escuchado más de una vez.
¿Crees que Dios a ti no te habla o será más bien que no escuchas su voz, o quizá simplemente no lo reconoces?
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, 2 en estos últimos días nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.
Hebreos 1:1-2
Dios antes habló al pueblo por medio de los profetas, y aún así, algunos de ellos no lo reconocieron. Vemos el caso de Samuel en 1 Samuel, él no sabía Quién le hablaba, hasta que Elí le hizo saber que era Dios hablando a su vida. También tenemos al Juez Gedeón en Jueces 6, dudando de Dios hasta el punto de pedirle una señal.
Por otro lado, vemos a Jonás, escuchando a Dios, pero rehusándose a obedecerlo. ¿Y que podemos decir de Jeremías? temeroso de hacer lo que Dios le pedía, cuando le decía que destruyera a los ídolos de Su Pueblo… pero finalmente, obedeciendo.
En el Antiguo Testamento, podemos ver la forma en que Dios les hablaba a los profetas, y la forma en que ellos reaccionaban a Su voz.
Hoy en día, no es muy diferente la forma en que reaccionamos; Dios nos sigue hablando, la diferencia es que ahora nos habla por medio de Jesucristo, la misma Palabra de Dios (Biblia), hecha carne. Dios nos ha dejado su Palabra escrita, para que no tengamos excusas y digamos que no lo escuchamos. Si queremos escuchar a Dios: debemos leer Su Palabra, estudiarla, meditarla y ponerla en práctica.
Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:16-17
Dios desea equiparnos para que hagamos lo bueno. Él quiere guiarnos y dirigirnos, y así, cuando viene esa voz a nuestra mente, podamos discernir si es de Dios, de nosotros mismos, o inclusive del diablo.
Lo que Dios hable a nuestra mente o corazón, jamás contradecirá lo que Él nos ha dejado escrito en Su Palabra, la Biblia. Por eso la importancia de leerla y meditarla diariamente.
Entre más tiempo pasemos estudiando la Biblia, estudiando a Jesús, más fácil será reconocer Su Voz.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen;
Juan 10:27
Hoy en día hay muchos que dicen “conocer” a Jesús, inclusive le dicen: Señor, pero no estudian Su Palabra. La Biblia es la que da testimonio de Jesús. No podemos decir que conocemos a Jesús, si no lo escuchamos o si no hablamos con Él.
Para tener una buena relación con Dios, es indispensable: que leamos la Biblia, meditemos en ella y hablemos con Él diariamente.
La Palabra de Dios se discierne espiritualmente, y la manera para que podamos fortalecer nuestro espíritu para comprenderla, es: leerla y meditarla.
Jesús, la Palabra, es el alimento que fortalecerá nuestra vida espiritual, y por consiguiente, nuestra relación con Dios.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Juan 6:35
63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. 64 Pero hay algunos de vosotros que no creéis.
Juan 6:63-64
¿Cómo podemos escuchar la voz de Dios? Por medio de Su Hijo, la Palabra de Dios hecha carne.
1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 El estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.
Juan 1:1-4
14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio* testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: “El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo.” 16 Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.
Juan 1:14-18
Conforme vayamos aprendiendo todo lo que Jesús desea enseñarnos, no solamente será más fácil reconocer su voz, sino que El Espíritu Santo nos recordará lo que Él ya nos ha enseñado, guiándonos a hacer Su Voluntad.
¿Quieres tener una relación personal con Dios? Lee tu Biblia! Y pídele a Dios que te hable, así como lo hizo Samuel. El Señor te hablará.
Dios te bendiga!
-Ani Garza T
Bendiciones para todos mis hermanos y hermanas en Cristo jesus y todos continuemos alimentandonos de la palabra de Dios.
FILIPENSES 4:13